Esquéletor y el Santo Malandro: I

"Los esqueletos te dan la bienvenida,
  a una fiesta de muertos llenos de vida (...)" 

Juro y recontra Juro que no quería morir. De no haber andado quemando el tenis ese día, el perro no se hubiera enamorado de mi. ¡Ay Mi Cachita, Ay Mi Cachita!, ¿Cómo me vienes hacer esto?.- Si tuviera ojos, seguro me saldrían lágrimas. Este recuerdo de no haberle dado el beso a Cuquita, ¡mi primer beso!, es más duro que estar metido en la quinta paila del infierno. ¡Ay mi Cachita, Ay mi Cachita!.  

Y te cuento que el endemoniado ese, anda por ahí, meneando su cola como si nada, tan descarado que de vez en cuando viene y se caga sobre mi tumbita. Tan come mierda el perro ese. No tuve la culpa de salir apurado y no dejarle comida, pero el chau chau como que había amanecido con el moño virao y me tiró un mordisco en la pantorrilla que me desgarró una arteria, me desangré como un cochino. ¡Tan bonito yo chico!. Y ahora míreme, puro huesito. Tan flaquito, que ya no me queda ni carnita, no tengo ni estómago, ni siento frío ni nada, hasta la pinga la perdí. Si Cuquita me viera, saldría corriendo. No tengo ni lengua para hacerle cosquillas. Y de verdad, no sé por qué estoy aqui.

¡Ay mi Cachita, Ay mi Cachita, Ay mi Morro!. Si me sentara ahorita por allá por el Malecón, seguro me dividirían y venderían mis adorados huesos para meterlos en un caldero. Quizás, otros saldrían corriendo al ver mi esqueletico parlanchín y danzarín. ¡Por fin sería una celebridad!. "Ay mi Cachita, Ay mi Cachita, Ay mi Cuquita!. Mi Cuquita y sus labios rosados, llenos de carnita, con esas nalgas habladoras que decían "pa ti, pa mí". Mi Mulata bella, como te extraño, como deseo haber saboreado tu lengua, y beberme tu saliva. Si tuviera el chorizo colgando entre mi pierna, seguro lo tendría duro con tantos deseos. 

Oyéme mi hermano, a ti como que Se te Murieron los Siete Enanitos, la Blanca Nieves, el Lobo y el Leñador. Discúlpame el francés, pero tengo que aprovechar que aún estas ahí tieso. Y te Juro que me estoy riendo, pero no tengo expresiones.

"Danzan los esqueletos. Sin apegos, sin belleza ni verguenza Sin ojos, sin pelo, sin piel ni pellejo. Sin músculos, corazón ni cerebro. Exceptuando los huesos, Todo se pudrió en el suelo"

Es que aquí no puede uno morirse en Paz.- Replicó el cádaver dentro de la fosa. 

¡Ay Cachita por Dios!.- Gritó el Esqueleto, mientras corría por el cementerio. Se escondío detrás de una lápida y observó al Cadáver salir de su fosa. El Muerto se sacudió el polvo de la franela y se limpió los ojos, mientras soltaba un largo bostezo. 

- ¿Quièn anda ahì, quien me hablaba?.- Dijo el Cadáver. 

El Esqueleto tomó su cabeza con las falanges y lo alzó por encima del hombro mientras tartamudéo: "Oyéme Chico, soy yo, aquí adelante":  El Muerto viviente miró a su alrededor pero no distinguió a otro igual a èl. No te veo.- gritó. ¿Por què te escondes?. 

- Nunca había visto un muerto.- Dijo el Esqueleto mientras salía de su escondite. Cuando el Cadáver lo vió, corrió despavorido saltando las lápidas, dejando a su paso, los brazos, las orejas, los dedos y uno de sus pies. 

Este tipo si es come mierda. Dijo el Esqueleto sentándose al lado de la tumba del muerto viviente, contempló una botella de Ron a medio tomar, un cigarrillo, una estampita de María Lionza y la foto de una mujer japonesa desnuda, blanquita, sin ningún tipo de vello en el cuerpo. Su vagina era como una Bemba colorá. 

                                                     "Danzan los esqueletos... Danzan a través de los tiempos" 

¡Ay Cachita, Ay Cachita!,.- Y dicen que en este País no hay carne, lo que no hay es lata pa´envasarla.  

CONTINUARÁ.

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África

Suena en el silencio,
más a menudo se siente,
son aquellas palabras que han dejado los seres,
y trascienden entre los chasquidos del fuego.

Siente... es la voz del agua que acaricia el alma,
Escucha el silbato del viento,
ÁFRICA!!! resuena entre mis ancestros.

Los Muertos no están muertos,
aún cuando la maleza suspira
y las hojas sollozan,
ÁFRICA!!! son mis ancestros,
y es la sombra que se alumbra,
la pasión que se espesa.

Miro en la arena, en la palma y en la montaña
voy entendiendo, que los muertos no están bajo la tierra
están dentro de ti,
de la raíz del árbol que da vida,
del trueno que ensordece
del rayo que ciega,
de la luz que oprime
en las multitudes,
en el silencio.

Esta es la voz del viento,
el soplo del ÁFRICA mía,
de mis ancestros muertos
que siguen en pie,
aún no desvanecidos
mi vida es ÁFRICA y no se han ido.

No están Muertos!
Están en la mirada del cazador furtivo
del cascabel que llama,
del verde del bosque
dentro de ti,
dentro de mi,
Son mis ancestros!

África es mi vida,
y en la madera que gime,
en las letras que esbozo,
en la hierba que llora,
en la piedra que golpea, siempre estarás tu.