ÓLEO ENAMORADO
















Agarré pinceles,
coloqué en mi paleta de colores, sueños y esperanzas
dibujé la línea que me llevaría hasta ti
encontré diminutos trazos que hablaban de tu partida
te fuiste y llenaste mi lienzo de espuma gris.

Habían cicatrices marcadas en tu rostro,
lamentos que susurraban la trágica historia de la vida
delineaba tus labios,
trastornados labios que temeroso, alguna vez robé.

La miel del óleo cubría tus senos,
Corazones marchitos que habrían alimentado una vida
alma mía!, corazón mío!
Cuánto di por formar parte de esa vida, de ese alimento

Vi tus ojos brillantes, me detuve
y lloré, como el niño que fui alguna vez,
como cuando temí perderte para siempre
Lágrimas que decían todo, estando en silencio.
Tristezas que resbalaban por tus manos,
Piel que tomé para traerte hasta mí.

La pintura corría, como la sangre por las venas,
aquellas que brotaban de mi ser cuando rozaba tu piel
ahora sólo tengo el pensamiento,
el reflejo de tu rostro en mi paleta de colores
mis pinceles se transforman en caricias
en sueños y en derroche de pasión.

Seguía con trazos firmes, delineando la sonrisa que detestaba en tu rostro
herías mi ser, me odiaste, me amaste
fui tu peón, el carbón con el que delineé tu figura.

Me sumerjo en la profundidad,
veo cada pincelada y espero poder culminar mi obra,
ya los sueños se terminan, la esperanza renace en un nuevo puerto
el marco que resguarda el lienzo permanece incólume
como tú ahora, por lo que nunca te pude dar.

Abro y cierro
Descubro y escondo,
veo tus ojos
me detengo
pienso
Pinto, imagino
Hago este óleo porque estoy enamorado.

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África

Suena en el silencio,
más a menudo se siente,
son aquellas palabras que han dejado los seres,
y trascienden entre los chasquidos del fuego.

Siente... es la voz del agua que acaricia el alma,
Escucha el silbato del viento,
ÁFRICA!!! resuena entre mis ancestros.

Los Muertos no están muertos,
aún cuando la maleza suspira
y las hojas sollozan,
ÁFRICA!!! son mis ancestros,
y es la sombra que se alumbra,
la pasión que se espesa.

Miro en la arena, en la palma y en la montaña
voy entendiendo, que los muertos no están bajo la tierra
están dentro de ti,
de la raíz del árbol que da vida,
del trueno que ensordece
del rayo que ciega,
de la luz que oprime
en las multitudes,
en el silencio.

Esta es la voz del viento,
el soplo del ÁFRICA mía,
de mis ancestros muertos
que siguen en pie,
aún no desvanecidos
mi vida es ÁFRICA y no se han ido.

No están Muertos!
Están en la mirada del cazador furtivo
del cascabel que llama,
del verde del bosque
dentro de ti,
dentro de mi,
Son mis ancestros!

África es mi vida,
y en la madera que gime,
en las letras que esbozo,
en la hierba que llora,
en la piedra que golpea, siempre estarás tu.