"Yo te miro y se me corta la respiración...
cuando tú me miras se me sube el corazón"
Nos esforzamos en amar. Nos sacrificamos por ser mejores, por llenar vacíos y espantar soledades. Sucede a veces, que el amor (por sí solo) no es suficiente. Queremos muchas cosas: Bailar, soñar, vivir, procrear hijos, compartir amaneceres, arrancar una cayena de la plaza, alimentar a las aves, contemplar el atardecer, abrazarnos al ver una película, tararear una melodía que suena repetidas veces en nuestro cerebro como una droga, ahorrar para irnos juntos de viaje, secar las lagrimas del otro, llenarnos el rostro de pastel al celebrar un cumpleaños, no tener motivos para tomar vino, para bañarnos con la lluvia, para besarnos, para querernos, para hacer de todas nuestras noches, una noche loca... Sin embargo, insisto y me robo las palabras de Lana (Del Rey), a veces el amor no es suficiente.
"En el silencio tu mirada dice mil palabras"
Todo se resume a la física y la química. Hay una especie de fuego que se enciende dentro de nosotros cuando alguien nos atrae. Rara vez sucede este fenómeno (o por lo menos me ha pasado a mí), hay personas que con sólo una mirada nos transportan a otra dimensión, que nos sonríen y derrumban todas las barreras posibles; esa química que hace que quieras llenar de detalles su vida (como comprar chocolates, llevarle flores, escribirle un poema), esa física que impide que te despegues de sus labios o dejes de sujetar sus manos.
"Tu cuerpo y el mío llenando el vacío..."
El amor se alimenta de detalles. Sucede que en muy pocas ocasiones llegan a nuestra vida personas que te hacen sentir diferente. Que cuando conversan contigo te dicen palabras que has escuchado mil veces a lo largo de tu existencia, pero que el sólo hecho de que sean pronunciadas por ella o por él, te cambian la vida, te llenan de optimismo y te alimentan el espíritu. Hay magia cuando vas al encuentro de esa persona y te sudan las manos o te tiembla el pulso. Cuando tocas su cuerpo desnudo siempre quieres más, es allí donde dices que "haces el amor"; cuando inclusive, te dan ganas hasta llorar.
"Con tu filosofía mi cabeza está vacía..."
Luego viene la realidad y te abofetea, porque parece que la vida no está equilibrada por estos días. Dice una teoría que "polos opuestos se atraen e iguales se repelen"; es así como vemos que a las personas "buenas" le gustan los "malos" y viceversa. Por eso es que una de las partes probablemente será infiel, desordenada, no sabrá cocinar, le dará flojera limpiar, estudiar, arreglarse, entre otras variables. Actualmente, la sociedad nos está envolviendo en una lucha por sobrevivir en la que sino tienes "instagram", no vas al gym, no te sabes las recetas del libro de "saschafitness", andas a pie, tu teléfono no es un "Smartphone", no compras ropa en tiendas como "Zara", entonces no eres apetecible para el sexo opuesto (o para el mismo sexo). Por eso y muchas cosas más (como dice la canción), vemos mujeres muy bellas, de cuerpo 90,60,90; con buenas posiciones laborales o por lo menos respetables, sobresalientes en los estudios; en fin, exitosas, pero terminan solas (o lo están), igual pasa con los hombres.
Alguien dijo una vez, que era más fácil que te aceptaran una invitación a tener sexo que a ir al cine. Cada quien juzga de acuerdo a sus valores. Es sólo una opinión. En este punto ya se va diluyendo la idea; este es mi legado, alguna vez alguien leerá y si logro hacerte pensar, habré logrado algo.
"Ya no puedo más".
Gracias Enrique (Iglesias), por esta melodía.
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