"Los límites están en las palabras, no en el mundo"
Escribo sobre el silencio y la importancia que tiene aquello que no se dice (lo que callamos). La vida y nuestras rutinas, en general, se componen básicamente de conversaciones; pasamos días, horas, segundos, milésimas, hablando; lo hacemos de manera "intra" e "inter" personal. Pero, te has preguntado ¿Qué pasa cuando se apaga la luz?, ¿Qué hay oculto en en todo aquello que dejamos de expresar?, ¿Por qué nos limitamos a ver sólo la punta del Iceberg y no observamos lo que está debajo?. Son muchas interrogantes, tal vez ni yo conozco la respuesta, ni pretendo darlas, ni mucho menos hacer un artículo de psicoanálisis, Coaching o PNL, sólo expreso mi opinión, transmito el mensaje que mi "sentido común" va creando en mi cerebro.
¿Cómo suena un aplauso de una sola mano?. Es una pregunta reflexiva- creativa, seguro hasta intentaste golpear con tu mano el hombro o tu pierna. ¡Bravo!
No es lo mismo decir "Estoy ciego", que "No puedo ver el hermoso día que hoy hace"; tampoco lo es ver a un niño en la calle y decir "Pobrecito" a llevarle algo de comida, de ropa o un juguete. La palabra tiene poder, lo demostró Jesús; de igual manera, los profetas fueron haciendo historia a través de ello, de simples conversaciones.
De allí, que todo lo que digamos, será parte de ese fuego que encenderá la mecha o, por el contrario, se convertirá en el balde de agua que apagará nuestro ímpetu. A veces, vamos generalizando situaciones, tenemos creencias que nos limitan y que nos crean un patrón, lo que algunos llaman "el morralito"; así es, vamos llenando esa mochila con experiencias que nos modelan el comportamiento. Por ejemplo, "Nadie me quiere", ¿Es una afirmación?, yo te pregunto: ¿Nadie te ha querido nunca?, ¿En qué te basas para decir eso?, ¿Qué cosas pudieras hacer diferente para que alguien te quiera?.
Tenemos otro caso, "Es Injusto". Yo lo cuestiono de esta manera: ¿Qué es lo verdaderamente justo?, ¿Cómo mides lo que es Justo e Injusto?, ¿De qué manera sería Justo?. Como ello, tendríamos un sin fin de generalizaciones, distorsiones, omisiones; porque a veces simplemente utilizamos palabras para decir/hacer, que realmente no muestran nuestra intencionalidad, lo cual limita, por autosabotaje, el aprendizaje, la acción correctiva, el crecimiento o como lo quieras llamar.
Aquella frase tan trillada de "El que calla otorga", puede traer consigo una carga de miedo (Si digo tal cosa, pueden pensar esto de mi o pasar esto y aquello), seguramente has guardado silencio alguna vez (también yo lo he hecho), porque al fin y al cabo, somo seres humanos, con llanto, con calor, con frío, con sueño, hambre, sed, entre otras variaciones.
Se me va diluyendo la idea, espero que algunas de estas líneas te haya dejado algo, recuerda que el poder está en ti. Utiliza las palabras como una herramienta poderosa. Aprende a escuchar, preguntar para indagar y sonreír para alegrar.
Cambia tu mundo, cuando amanezca, comienza con una hermosa palabra: "Buenos días".
Hola Yohan, excelente reflexión.-
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