Risas, fibras desbordadas... y lienzo!
Criticada, amargada y enterrada entre colores y paletas,
suplicaba imperiosa la decrepita obra,
era tiempo ya, el artista había dejado de crear
o en un giro del destino, la obra hizo al artista.
La Galería fallecía,
humedecida entre pesares
y confeccionada con tela de arañas,
vivía ensimismada la pared
vacía, sin causa, sin coincidencia.
Servía las copas con acompasado sentir,
admiraba los marcos sin vida,
y exclamaba al tintinear del vidrio,
la belleza de la muerte,
un deseo contemplado y un flash que despertada pulsaciones.
Sólo negro, sólo espeso,
el acelerado ritmo de los violines
dilataba su pupila con abultada precisión,
cánticos angélicos aturdían el tímpano
desesperado el pincel,
ahogaba sus penas con desgarradores trazos.
¡Alma es lo que necesita para salir!
¡Lienzo que emancipaba sentires!
apurado el corazón,
desesperado el sentimiento,
infarto!, angustia!, ansiedad!
exasperada la carne,
arrancada la vida.
Se vio entre los espejos,
adormecido sobre el pecho,
el artista fatigado,
consumido,
emborrachado,
y el cuadro terminado,
aquel recuerdo infernal,
...la Barragana de su lecho.
Criticada, amargada y enterrada entre colores y paletas,
suplicaba imperiosa la decrepita obra,
era tiempo ya, el artista había dejado de crear
o en un giro del destino, la obra hizo al artista.
La Galería fallecía,
humedecida entre pesares
y confeccionada con tela de arañas,
vivía ensimismada la pared
vacía, sin causa, sin coincidencia.
Servía las copas con acompasado sentir,
admiraba los marcos sin vida,
y exclamaba al tintinear del vidrio,
la belleza de la muerte,
un deseo contemplado y un flash que despertada pulsaciones.
Sólo negro, sólo espeso,
el acelerado ritmo de los violines
dilataba su pupila con abultada precisión,
cánticos angélicos aturdían el tímpano
desesperado el pincel,
ahogaba sus penas con desgarradores trazos.
¡Alma es lo que necesita para salir!
¡Lienzo que emancipaba sentires!
apurado el corazón,
desesperado el sentimiento,
infarto!, angustia!, ansiedad!
exasperada la carne,
arrancada la vida.
Se vio entre los espejos,
adormecido sobre el pecho,
el artista fatigado,
consumido,
emborrachado,
y el cuadro terminado,
aquel recuerdo infernal,
...la Barragana de su lecho.
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